Guía completa sobre los POROS: tipos, cuidados y mitos

¿Alguna vez te has mirado al espejo y te has preguntado para qué sirven los poros o por qué los tuyos parecen más grandes que los de otras personas? Los poros cumplen una función esencial en nuestra piel, pero también son fuente de muchas dudas y mitos. En este artículo, te despejaré esas incógnitas y te contaré todo lo que necesitas saber para mantenerlos limpios y saludables. ¡Sigue leyendo y descúbrelo! ✨
¿Qué son los poros y cuál es su función?
Los poros son pequeñas aberturas en nuestra piel que permiten la liberación de sudor y sebo (aceite natural), manteniendo la piel hidratada, eliminando toxinas y ayudando a regular la temperatura corporal. Además, juegan un papel esencial en el equilibrio natural de la piel.

¿Sabías qué…?
El sebo y el sudor son parte del Manto Hidrolipídico de la piel, una barrera natural de protección. Este manto ácido recubre la capa externa de la piel, defendiéndola contra agentes externos y ayudando a prevenir la pérdida de humedad.
Tipos de poros
Aunque a menudo hablamos de los poros como si todos fueran iguales, existen dos tipos principales:
- Poros sudoríparos: Son los responsables del sudor. Aunque existen por toda la piel, estos son tan diminutos que no los vemos a simple vista.
- Poros sebáceos: Son los que vemos en la superficie de la piel y están conectados a las glándulas sebáceas, encargadas de producir sebo. Estos ayudan a mantener la piel hidratada y protegida.
Cada persona tiene una cantidad y tamaño de poros diferente, lo que explica por qué algunos tienen poros más visibles y otros, menos🧐

Imagen sacada de The Chemist Look
¿Por qué se obstruyen?
A veces, nuestros poros pueden verse obstruidos por diversas razones:
- Exceso de grasa o sebo: Las personas con piel grasa suelen tener más probabilidades de sufrir poros obstruidos. Esto ocurre cuando las glándulas sebáceas producen más sebo de lo necesario y se acumula.
- Células muertas: Aunque la piel tiene un proceso natural para eliminar las células muertas, a veces es necesario ayudarla con la exfoliación. El exceso de células muertas pueden acumularse en la superficie de la piel y bloquear los poros.
- Suciedad y contaminación: Las partículas de contaminación y otros residuos del ambiente también pueden acumularse en los poros, provocando su obstrucción.
- Uso de productos inadecuados: Usar productos de mala calidad o no retirar el maquillaje correctamente puede contribuir a que los poros se tapen.
Cuando los poros se tapan, pueden formarse puntos negros, espinillas o granitos.
Mitos comunes sobre los poros
Es hora de derribar algunos mitos que circulan por ahí sobre los poros:
- “Los poros se abren y cierran”: Aunque puede sonar lógico, en realidad los poros no tienen músculos, por lo que no pueden abrirse o cerrarse. Sin embargo, el calor puede hacer que se dilaten, lo que los hace más visibles, y el frío puede hacer que se contraigan. También pueden parecer más grandes o pequeños dependiendo de la cantidad de aceite, suciedad o inflamación presentes.
- “El tamaño de los poros se puede cambiar”: Aunque podemos hacer que los poros luzcan más pequeños al mantenerlos limpios, su tamaño está en gran medida determinado por la genética.
- “Puedes eliminar los poros”: Los poros son parte de nuestra piel y no se pueden eliminar.
- “Si tienes poros grandes, tienes la piel sucia”: El tamaño de los poros no necesariamente indica la limpieza de la piel. Personas con piel grasa tienden a tener poros más visibles, pero eso no significa que no se cuiden correctamente.
Más información en: Poros y piel: ¿es cierto que la piel respira?
Consejos para mantenerlos limpios
Te dejo algunos tips para mantener los poros limpios:
- Limpieza diaria: Lava tu rostro dos veces al día con un limpiador suave. Esto ayudará a eliminar el exceso de grasa, células muertas y suciedad que pueden obstruir los poros.
- Exfoliación regular: Exfolia tu piel 1-2 veces por semana para eliminar las células muertas que se acumulan en la superficie. Usar productos con ácido salicílico o ácido glicólico pueden ayudar en esta tarea. Ojo, no abuses de la exfoliación, ya que puede irritar la piel.
- Mascarillas purificantes: Las mascarillas de arcilla o carbón activado ayudan a absorber el exceso de grasa y desobstruir los poros.
- Hidratación: Aunque tengas la piel grasa, no debes saltarte la hidratación. Usa productos ligeros y libres de aceites para mantener tu piel en equilibrio.
- Protégete del sol: Los rayos UV pueden dañar la estructura de la piel, lo que hace que los poros se vean más grandes. Usa protector solar todos los días, incluso cuando está nublado.

Conclusión
Es fácil obsesionarse con la apariencia de los poros debido a su impacto estético, pero más allá de cómo se ven, es fundamental reconocer que son una parte natural y necesaria de nuestra piel. ¡En lugar de luchar contra ellos, debemos enfocarnos en cuidarlos!
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Este post tiene como objetivo informar y no reemplaza el consejo profesional.