¿Cuánto debe durar un vídeo educativo? Según la ciencia

¿Te has preguntado alguna vez por qué cuesta tanto mantener la atención en un vídeo largo? En un mundo lleno de estímulos digitales, mantener la atención es un desafío, especialmente cuando se trata de aprender. Pero, ¿existe una duración ideal para los vídeos educativos? La ciencia nos da pistas.

El reto de la atención en la era digital

La forma en que consumimos contenido ha cambiado drásticamente. Hoy pasamos más tiempo que nunca frente a pantallas y en redes sociales:

• En España, el 86 % de los internautas de 12 a 74 años usa redes sociales (unos 30,5 millones de personas). Pasamos más tiempo en Spotify, TikTok, WhatsApp, YouTube y Twitch (IAB Spain, 2024).
• El 90 % de los jóvenes navega al menos 2 horas diarias y un 59 % llega a 4 horas o más (Injuve, 2024).
• La consecuencia: nuestra atención se ha fragmentado. Algunos estudios estiman que en 15 años hemos pasado de 12 segundos de atención sostenida a apenas 8,2 (UOC, 2023).

Esta fragmentación de la atención es un reto enorme para educadores, formadores y profesionales del eLearning. ¿Cómo competir con miles de estímulos y, al mismo tiempo, lograr que los estudiantes aprendan?

La atención en el cerebro: el papel de la carga cognitiva

¿Por qué nos distraemos tan fácilmente? La clave está en el concepto de carga cognitiva. En pocas palabras, es la cantidad de información que nuestra memoria de trabajo puede procesar a la vez. Cuando un vídeo es demasiado complejo, largo o está sobrecargado de estímulos visuales, la carga cognitiva aumenta y nuestra atención se dispersa.

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Además, demasiada información en un vídeo puede llevar a la fatiga de la atención, haciendo que la retención de la información disminuya y, finalmente, que la persona se desconecte. Por eso, un diseño visual limpio y un mensaje directo son fundamentales.

¿Cuál es la duración ideal para un vídeo? Una revisión de la investigación.

Si bien no hay un «número mágico» que funcione para todo, la ciencia nos da algunas pautas. La evidencia apunta a que los vídeos más cortos son más efectivos.

Estudio 1: Building skills through online learning: 4 data-driven best practices

Coursera analizó el comportamiento de sus usuarios y descubrió que los vídeos de 3 a 9 minutos obtienen la mejor participación y satisfacción. Además, los cursos que mantuvieron sus clases por debajo de los 10 minutos vieron un aumento del 16 % en su tasa de finalización.

Estudio 2: The impact of short videos on student performance in an online-flipped college engineering course

Este estudio de 2022, sobre el impacto de los vídeos cortos sobre los vídeos largos en el rendimiento académico de los estudiantes de ingeniería en un curso en línea, encontró que los vídeos cortos pueden mejorar significativamente la participación de los estudiantes (un 24.7 % más de tiempo de visualización) y las calificaciones de los exámenes (un 7.4 % más).

Estudio 3: Use BCI to Generate Attention-Based Metadata for the Assessment of Effective Learning Duration

Este estudio usó electroencefalogramas (EEG) para medir la atención de 31 sujetos mientras veían un vídeo de 15 minutos. Concluyó que el tiempo óptimo para mantener una atención elevada en un vídeo es de aproximadamente 3-4 minutos.

Estudio 4: Effects of Video Length on a Flipped English Classroom

Esta investigación sobre el aprendizaje de inglés en un aula invertida o flipped classroom determinó que los vídeos de menos de 5 minutos lograron mejores resultados que los de 10–20 min, y estos a su vez mejores que los de más de 30 min.

Estudio 5: The Influence of Video Format on Engagement and Performance in Online Learning

Este otro estudio comparó el impacto de dos formatos de vídeo: el clásico «captura de clase» con un profesor, frente a un vídeo animado con infografías. Los resultados mostraron que, aunque el vídeo con el profesor generaba un mayor engagement emocional al principio, el vídeo animado mantenía la atención cognitiva y emocional durante más tiempo. Además, este último mejoró el rendimiento de los estudiantes, especialmente en preguntas complejas. En resumen, si bien la presencia de un instructor puede crear una conexión inicial, el formato infográfico puede ser más efectivo para el aprendizaje a largo plazo.

Con respecto a este estudio, es interesante tener en cuenta lo siguiente:

Otros estudios relevantes

Otras investigaciones también hablan de la duración de los vídeos, pudiendo extenderse estos hasta los 14 minutos sin que la atención caiga drásticamente:

• Look at me and pay Attention! A Study on the Relation Between Visibility and Attention in Weblectures
• The Myth of the Six Minute Rule: Student Engagement with Online Videos

La evidencia es clara: los vídeos más cortos son más efectivos para la retención de la atención y el aprendizaje.

Conclusión

Entonces, ¿cuánto debería durar un vídeo?

• Para formación y educación online, el rango ideal se sitúa entre los 6 y 12 minutos. Si tienes un tema complejo, divídelo en varias partes de esta duración.
• Para redes sociales o introducciones, mantén los vídeos muy cortos, de 1 a 3 minutos. Aquí el objetivo es enganchar y generar interés de inmediato.

La duración es solo una pieza del rompecabezas. Un vídeo bien diseñado, que respeta la carga cognitiva del cerebro y utiliza una narrativa clara, es lo que realmente marca la diferencia.

Preguntas frecuentes (FAQ)

1. ¿Es mejor un vídeo con un profesor o uno animado?

Depende. Los vídeos con profesores pueden generar una conexión emocional inicial, pero los vídeos infográficos animados a menudo mantienen la atención y el rendimiento a largo plazo, especialmente para temas complejos.

2. ¿Qué es la carga cognitiva y cómo la reduzco?

Es la cantidad de información que el cerebro puede procesar. Para reducirla, divide el contenido complejo en secciones cortas, usa un lenguaje claro, evita la sobrecarga visual y sé directo con el mensaje.

3. ¿Y si necesito cubrir mucho contenido?

Divide el contenido en vídeos cortos (por ejemplo, de 3 a 6 minutos) y añade pausas o actividades entre ellos. Esto no solo mantiene la atención, sino que también da tiempo al cerebro para procesar y consolidar la nueva información.

Referencia bibliográfica

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